lunes, 12 de noviembre de 2007

Manifiesto del "Movimiento Carbonara"

Desde hace bastante tiempo se viene hablando de la reforma universitaria, del plan Bolonia y del EEES (que algunos han bautizado como "espacio estupendo de educación simbólica").
Actualmente lo que en su momento pareció no ser más que otro de tantos planes que se quedaban en el tintero se ha convertido en un turbio nubarrón en el cielo ya de por si nublado de la Universidad, alentado sin duda por un desinterés y un pasotismo complices que abarca tanto a profesores como a alumnos. Este tipo de actitudes sin duda han alentado al poder político y a sus complices en el esfuerzo de llevar a cabo la reforma.
Hoy por hoy el concepto de la universidad tal y como la conocemos se ve seriamente amenazado y pocas parecen ya las opciones para salvar los restos de un naufragio que se prevee inminente. Si es el momento de mirar hacia atrás y preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí es también el momento de mirar la realidad que se nos viene encima y dejar de mirar para otro lado, convencidos de que esta actitud es en buena parte la culpable de la crisis en la que nos encontramos.
Tras los primeros momentos de confusión la propuesta de la reforma parece perfilarse en todo su ser en un momento en el que quizá sea ya demasiado tarde.
Desde aquí quisiera mostrar mi más sincera disconformidad con el modelo de universidad impuesto y propongo que se abra un canal de discusión referente a este tema ajeno a los canales oficiales.
En Primer lugar mostramos nuestra disconformidad con este modelo porque ha sido impuesto de una manera unilateral por el gobierno. Los cauces de diálogo han sido cerrados sucesivamente hasta dejar la opinión universitaria en un nivel simbólico limitado a aspectos secundarios.
En segundo lugar se nos está pidiendo que sacrifiquemos un sistema que ha demostrado su valía (a pesar de sus errores) por un sistema que aún no presenta garantías suficientes. El intento de implantar este sistema viene desde nuestro punto de vista de dos conceptos equivocados:-La aceptación acrítica de todo lo que viene idealizado de fuera mientras que se rechaza el sistema propio a pesar de que ofrezca más garantías.
- La idea de que lo que en un determinado ámbito da resultados puede darlos también en un ámbito totalmente distintos.
El modelo que viene a ser impuesto presenta algunos aspectos positivos pero también aspectos negativos de peso que no están siendo tenido s en cuenta. Además para que este sistema funcionase correctamente nuestra realidad debería ser similar a la del ámbito originario desde el ques e importa y ello no es así. Lo que en un país es conveniente en otro país distinto puede, sencillamente, provocar el caos.
Además llevar a cabo esta reforma implicaría una serie de cambios profundos que no son contemplados en la previsión oficial. El ministerio debería realizar un desembolso considerable en todas las universidades para reformar los espacios físicos, para proporcionar equipos adecuados, para fomentar la omnipresenta movilidad, para incrementar sustancialmente los fondos bibliográficos, etcétera. La actual actitud continuada de la administración tendente a dificultar todo desembolso en este sentido nos inclinan a pensar que en el futuro su comportamiento va a ser parecido y no el que el sistema universitario necesitaría.
Por otra parte la implantación de un sistema que exige una dedicación a los estudios a tiempo completo supondrá una traba insalvable para un porcentaje elevado de alumnos que se ven obligados a compaginar estudios y trabajo. La solución adoptada en otros países, consistente en un ambicioso programa de becas que permiten sobrevivir a estos alumnos sin tener que trabajar, no puede tenerse en cuenta en nuestro caso debido a los pésimos precedentes que caracterizan el comportamiento de la administración a este respecto.
Las Universidades, que ya actualmente se han visto empujadas a competir por los alumnos en un sistema más propio del marketing que de la educación, se encontraran en la obligación de competir todavía más ya que toda carrera que no presente un límite de alumnos inscritos será eliminada. En este panorama no parece muy conveniente cerrar las puertas al colectivo de los estudiantes que compaginan su formación con el trabajo, que en algunos casos supone la tercera parte del alumnado total.
En este sentido, el sustancial aumento de los precios de las distintas matrículas apunta también a esa restricción del acceso a la universidad, sin que la actual alternativa de financiación vía crédito bancario pueda ofrecer una solución global o válida vistos los efectos negativos que ha tenido en los países donde se halla implantada.
La educación superior universitaria pública es uno de los mayores logros y uno de los mejores servicios del estado del bienestar y no deberíamos renunciar a ella tan fácilmente. Más aún si queremos que la igualdad de oportunidades sea uno de los valores estrella.
Por otro lado nos oponemos a un sistema que devalua sistemáticamente el grado. Los planes de estudio propuestos y los distintos modelos educativos suponen una considerable disminución de los conocimientos impartidos. Las disciplinas y contenidos fundamentales de cada carrera verán disminuir su carga lectiva frente conocimientos y habilidades propios de ámbitos educativos inferiores. La adquisición de estas habilidades puede ser positiva para el alumnado, pero son competencia de otros espacios y por supuesto no deben entrar nunca en competencia directa con los conocimientos claves y específicos de cada carrera.
La inclusión de formación en idiomas o informática en la docencia universitaria supone que la universidad se ve obligada a pagar los platos rotos de sucesivas políticas educativas referentes a las enseñanzas medias.
La devaluación del grado universitario supondrá también que en la práctica los estudios universitarios no habiliten para la vida laboral por lo que la formaciónd eberá completarse con másters, lo que alargará el período de estudios y aumentará sensiblemente el costo de estos. No debemos olvidar además que el postgrado debe ser siempre una opción, no una obligación, máxime si queremos evitar que este postgrado se devalue también a la larga.
A modo de lección deberíamos tener en cuenta la experiencia de anteriores reformas universitarias. Cuando a finales de la Edad Media se consideró que el modelo universitario de la época presentaba deficiencias que debían subsanarse los intelectuales del momento no se lanzaron a una caótica y acrítica reforma completa del espcio universitario. Los aspectos que debían renovarse se renovaron de acuerdo a los innovaciones de los distintos campos del saber, y los aspectos que habían demostrado su validez se conservaron o se reforzaron. Sin duda no es conveniente echar a perder los logros conseguidos por el presente sistema (siendo conscientes también de sus errores) y esperar que una reforma total y no debidamente meditada suponga la panacea.
Por todas las razones anteriormente aludidas y por todas las que quedan en el tintero hemos decidido adoptar una actitud contraria a la reforma universitaria. Aunque sólo nos quede la opción de una protesta meramente testimonial.
Si aún estamos a tiempo de cambiar algo hagamos lo posible por cambiarlo, si por el contrario ya es demasiado tarde que la presente lección nos sirva de ejemplo para el futuro.



"El Movimiento Carbonara"

domingo, 11 de noviembre de 2007

Leones por corderos


Sapentia via vitae est... o lo que es lo mismo, "la sabiduría es el camino de la vida"... pero ¿siempre estamos dispuestos a saber?.

Desde que el hombre es hombre tiene preguntas y busca respuestas... pero ¿hacemos eso hoy en día? O dejamos que la hipoteca, los programas basura, la masa, nos envuelva y nos lleve hacía una vida vacía en la que nos creamos nuestras necesidades y hacemos cualquier cosa para cubrirlas, sin preocuparnos el por qué, el cómo o el de qué manera hemos perdido nuestra ética profesional, nuestro afán luchador, esas ganas de cambiar el mundo de cuando tan sólo éramos unos adolescentes... ¿qué pasa por nuestra cabeza hoy... será lo mismo que pasará dentro de 40 años?


¿Qué es la mentira? ¿y la verdad? ¿En quién podemos confiar? y lo que es más importante... ¿estamos preparados para enfretarnos a un mundo en el que todo lo que nos rodea es falso, los periódicos, los informativos, la televisión, internet, los políticos...? Compramos con dinero de plástico, hablamos sin ver el gesto de la persona con la que conversamos, cuando nuestros mayores envejecen les enviamos al asilo, y cuando vemos imagenes de una guerra pasamos la página del periódico, o cambiamos de canal... Vivimos en la cultura de la imagen PERO NO VEMOS, no queremos ver, no queremos oir. Somos la sociedad del BIENESTAR pero no bien estamos cuando hay gente que muere cada día en guerras que se pueden evitar, cuando vivimos entre mentiras que nos dicen y nosotros nos creemos... y por qué lo hacemos... por qué preferimos no preguntar, y si sabemos algo... hacer como si no lo supieramos. (que pasó con la mayeútica de Sócrates, tanto tiempo revitalizando a los clásicos y ahora los sumergemos de nuevo en el fango).


Leones por corderos dirigida por Robert Redford y cuyo título hace alusión a lo que pensaban los soldados alemanes durante la I Guerra Mundial, ellos eran leones gobernados por corderos, como son dos de los personajes de la película, dos soldados voluntarios en Afganistán. El resto de personajes: dueto de profesor brillante&alumno "pasota" y senador "sofista" & periodista ¿integra?. No os digo más, solo ir a verla, no os dejará indiferentes.